14 Feb VIII Centenario de la catedral de Burgos
En el último número de la revista Icono, Inma Cid escribe en la sección ‘Con mirada apreciativa’ sobre el VIII Centenario de la catedral de Burgos, que se celebró el pasado año. En esta ocasión, la mirada apreciativa es una invitación a redescubrir la única catedral de España declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que ha conmemorado sus primeros 800 años y que ha acogido la XXV edición de la exposición Las Edades del Hombre «Lux 2021», compartiendo con las iglesias de Santa María del Camino y de Santiago en Carrión de los Condes (Palencia), en el Santuario de la Peregrina y la iglesia de San Tirso de Sahagún (León) y promoviendo la potenciación del Camino de Santiago y que tiene continuidad en estas iglesias durante el presente año en Castilla y León, enmarcada en la celebración del Año Santo Xacobeo 2021-2022.
«La lucha por controlar una operación tan ambiciosa e intrincada como la construcción de una catedral era, en todo momento, fascinante…» (‘Los pilares de la Tierra’, 1989, Ken Follet).
Su nombre oficial es Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María de Burgos. Es la joya monumental de la ciudad y uno de los grandes templos góticos de España. No es la primera catedral que se levantó en este lugar. Anteriormente, hubo una catedral románica. En ella se celebró un acontecimiento muy significativo, la boda del Rey de Castilla, Fernando III, el Santo, con Beatriz de Suabia, hija del emperador europeo Federico II de Suabia.
En palabras de Inma Cid, «Burgos era entonces una ciudad regia, moderna y en constante expansión hacia Europa a través de las alianzas políticas y del Camino de Santiago. Por ello se necesitaba una nueva catedral, acorde con el rango e importancia de la ciudad. El rey Fernando y el obispo D. Mauricio deciden de mutuo acuerdo levantar una catedral según el nuevo estilo, el gótico, que se extendía ya por Europa. Colocan la primera piedra en julio de 1221. El obispo había estudiado en París y conocía las grandes catedrales francesas, alguna de ellas ya concluida. Con arquitectos y maestros franceses, traídos Burgos por el obispo D. Mauricio, se inicia la primera construcción, que sigue el modelo de Notre Dame, en París, o las de Reims, Amiens.
La catedral de Burgos seguirá brillando en la noche mediante la iluminación arquitectónica estrenada el verano pasado. Además, Burgos acogerá, según explica Cid, un congreso internacional sobre el mundo de las catedrales el próximo mes de junio y una recreación histórica de la boda de Fernando III y Beatriz de Suabia. También habrá exposiciones, conciertos, intervenciones para la mejora del patrimonio y un evento de cocina monacal, entre otros.
Y para poner fin a esta mirada apreciativa hacia la catedral de Burgos, la autora del artículo concluye con el final de ‘Los Pilares de la Tierra’: «Una catedral, amigos míos, no son piedra ni son estatuas, ni siquiera un lugar para rezar. Es una creación continuada, un hermoso trabajo que, rezo a Dios, nunca termine… ¡Alabado sea Dios!».
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