SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO REDENTOR
Isaías, 55, 3-5. Escuchadme atentos. Prestad oído, venid a mí: escuchadme y viviréis. Sellaré con vosotros alianza perpetua, la promesa que aseguré a David: a él lo hice mi testigo para los pueblos, caudillo y soberano de naciones. Tú llamarás a un pueblo desconocido; un pueblo...