SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS. DÍA 6

SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS. DÍA 6

DÍA 6: Jueves, 23 de enero

La Iglesia: comunidad de fieles
 
Isaías 2,2-4
Cuando pase mucho tiempo,
quedará afianzado el monte
de la casa del Señor:
el primero entre los montes,
descollando entre las colinas.
A él confluirán todas las naciones,
acudirán cantidad de pueblos, que dirán:
“Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob;
él nos indicará sus caminos,
nosotros iremos por sus sendas”.
Y es que saldrá de Sión la ley;
de Jerusalén la palabra del Señor.
Juzgará entre nación y nación,
arbitrará a pueblos numerosos.
Convertirán sus espadas en arados,
harán hoces con sus lanzas.
No se amenazarán las naciones con la espada,
ni se adiestrarán más para la guerra.

Salmo 133
¡Qué bueno, qué agradable es
que los hermanos vivan juntos!
Es como aceite que perfuma la cabeza,
que desciende por la barba,
por la barba de Aarón
hasta la orla de su vestido
es como rocío del Hermón
que baja por los montes de Sión.
Allí derrama el Señor su bendición,
la vida para siempre.
 
Efesios 4,1-6
Así pues, yo, prisionero por amor al Señor, os exhorto a que llevéis una
vida en consonancia con el llamamiento que habéis recibido. Sed
humildes, amables, comprensivos. Soportaos unos a otros con amor. No
ahorréis esfuerzos para consolidar, con ataduras de paz, la unidad, que es
fruto del Espíritu. Uno solo es el cuerpo y uno solo el Espíritu, como una
es la esperanza a la que habéis sido llamados. Sólo hay un Señor, sólo una
fe, sólo un bautismo. Sólo un Dios, que es Padre de todos, que todo lo
domina, por medio de todos actúa y en todos vive.

Lectura patrística
De la tradición latina
La Iglesia es una, aunque se extiende ampliamente en una multitud por
el crecimiento de su fecundidad, como también son muchos los rayos
del sol, pero una sola es la luz, y son muchas las ramas del árbol, pero
uno solo es el tronco enraizado fuertemente en la tierra; […] de la misma
forma la Iglesia, llena de la luz del Señor, esparce sus rayos por todo el
mundo y, sin embargo, la luz que se difunde por todas partes es una sola,
y no se divide la unidad del cuerpo; extiende sus ramas con gran fogosidad
por toda la tierra.

Oración
¡Oh, Señor, escucha nuestra oración!
En el sepulcro vacío, confiaste la noticia de tu resurrección a las mujeres:
libra del temor a todos los mensajeros del Evangelio. R.
En el camino de Emaús, explicaste la ley y los profetas a los discípulos:
abre nuestro entendimiento para comprender las Escrituras. R.
En el cenáculo, diste a tus amigos el don de tu paz:
ayúdanos a mantener esta paz con nuestro amor mutuo. R.
A orillas del lago, designaste a Pedro como pastor de tu rebaño:
sostén con tu Espíritu a los pastores de nuestras comunidades. R.
En la montaña, reuniste a los discípulos dispersos antes de volver al Padre:
da unidad en la fe y en la caridad a los que creen en ti. R.

Oremos
Dios del cielo y de la tierra,
tu Hijo Jesucristo te ha revelado como nuestro Padre
y nos ha prometido el don del Espíritu Santo:
concede a tu Iglesia superar el escándalo de nuestras divisiones,
para que podamos dar testimonio de tu vida de comunión,
en la unidad de nuestra profesión de fe
y en el amor del servicio mutuo.
Por Cristo nuestro Señor. AMÉN.