15 Feb Rezar en Cuaresma. 16 Febrero 2013
Canto: Señor, guíame por el sendero, que ha trazado tu voluntad.
SALMO 85
Antífona: Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.
Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a tí te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia tí;
porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia
con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.
Antífona: Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
LECTURA DEL EVANGELIO: Lc 5, 27-32
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
– «Sígueme.»
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo:
– «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les replicó:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.»
PETICIONES:
- Te pedimos por los que andan perdidos, sin rumbo, los que están desesperados, los que viven sin ilusión para que Cristo se haga presente en sus vidas y las ilumine.
- Te pedimos para que todos nos esforcemos por compartir y combatir el sufrimiento de los demás.
- Te pedimos para que todos nosotros aprendamos que volvernos a nuestros hermanos y llevarles justicia y amor es parte de nuestra conversión.
PADRE NUESTRO.
AVE MARÍA.
ORACIÓN FINAL. (San Alfonso)
Señor, cuando mi alma esté dormida
a los dones eternos,
despiértame el deseo de tu amor.
Cuando mi corazón sea prisionero
de aficiones mezquinas, levántame hasta Ti.
Cuando esté poseído de orgullo
o amor desordenado de mí mismo,
dame el conocimiento de mi gran pobreza.
En lugar de éxtasis o raptos
pon en mi oración la confianza
sencilla del necesitado.
En vez de unión de las potencias
dame la gracia de no pensar,
buscar ni desear
sino lo que sea
de tu divino agrado.