09 Feb REZAR EN CUARESMA – 10 febrero 2016.
Canto: La misericordia del Señor.
1ª LECTURA: Joel 2, 12-18
“Ahora – oráculo del Señor- convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.” Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios.
Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: «Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo.»
Palabra de Dios
SALMO 50, 3-17
ANTÍFONA: Misericordia, Señor, hemos pecado.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
ANTÍFONA: Misericordia, Señor, hemos pecado.
LECTURA DEL EVANGELIO: Mt 6, 1-6.16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.
Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
PETICIONES:
- Por todos nosotros para que vivamos esta cuaresma de corazón y nuestra conversión sea sincera.
- Por los cristianos de todo el mundo para que aprovechen este tiempo favorable y abunden en la oración y la caridad.
- Por la paz en el mundo, por los que sufren y por los que pasan necesidad.
- Por todos nosotros para que seamos sensibles ante el sufrimiento de los demás y demos respuesta.
- Te pedimos y te damos gracias por el Padre Víctor Ballesteros y por todos nuestros amigos y hermanos que cumplen años o celebran su santo para que con su vida sigan alabándote y sirviendo a los demás.
PADRE NUESTRO.
AVE MARÍA.
COMPROMISO: Da lo mejor de ti. Darse uno mismo al máximo es la prueba de amor más grande, como Jesús.
ORACIÓN FINAL. (San Alfonso)
AMOR sin medida.
te abrazaré y jamás me soltaré.
Viviré y moriré fundido a Ti,
y ni la vida ni la muerte
me arrancarán de Ti.
La fuerza de tu cruz
quebranta mi dureza,
pues por mí también hiciste
lo que hiciste
por la salud de todos.
Me pregunto
quién fue tan poderoso
que le movió a morir
ajusticiado,
y no encuentro más causa
que el amor.
Por eso yo te elijo
como mi único dueño.