REZAR EN ADVIENTO – 28/11/2016

REZAR EN ADVIENTO – 28/11/2016

Canto: Preparad el camino al Señor.
 
PRIMERA LECTURA: Isaías 2, 1-5
Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén.
En los días futuros estará firme el monte de la casa del Señor, en la cumbre de las montañas, más elevado que las colinas.
Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos y dirán:
«Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob.
Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, la palabra del Señor de Jerusalén».
Juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra.
Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.
Palabra de Dios.
 
SALMO 121,1-2.4-5.6-7.8-9
ANTÍFONA: Vamos alegres a la casa del Señor.

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
ANTÍFONA: Vamos alegres a la casa del Señor.
 
LECTURA DEL EVANGELIO: Mt 8,5-11
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
– «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.»
Jesús le contestó:
– «Voy yo a curarlo.»
Pero el centurión le replicó:
– «Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mí criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: «Ve», y va; al otro: «Ven» y viene; a mi criado: «Haz esto», y lo hace.»
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
– «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.»
Palabra del Señor.

PETICIONES:

  • Para que los pobres sean evangelizados.
  • Para que los excluidos sean integrados.
  • Para que los que sufren sean consolados.
  • Para que los extranjeros sean respetados.
  • Para que seamos testigos de esperanza.

PADRE NUESTRO.
AVE MARÍA.
ORACIÓN FINAL. (San Alfonso)
Jesucristo,
me amaste sin reserva
y a ese amor quiero corresponder
yo con el mío.
Todo lo dejo, renuncio a todo,
para entregarme enteramente a Ti.
No abrigaré en el corazón
otro deseo que Tú.
Prívame de todo, Jesucristo,
pero no me prives de Ti.
Eres mi único bien.
Dame a entender
lo que quieres de mí,
y haz que no piense
más que en agradarte.