13 Dic REZAR EN ADVIENTO – 14 / 12 / 2016.
Canto: Te amo Señor.
1ª LECTURA: Isaías 45 y 6b-8. 18. 21b-25
«Yo soy el Señor, y no hay otro: artífice de la luz, creador de las tinieblas, autor de la paz, creador de la desgracia; yo, el Señor, hago todo esto. Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad la victoria; ábrase la tierra, y brote la salvación, y con ella germine la justicia; el Señor, lo he creado.»
Así dice el Señor, creador del cielo -él es Dios-, él modeló la tierra , la fabricó y la afianzó; no la creó vacía, sino que la formó habitable:
«Yo soy el Señor, y no hay otro. No hay otro Dios fuera de mí. Yo soy un Dios justo y salvador, y no hay ninguno más. Volveos hacia mí para salvaros, confines de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro.
Yo juro por mi nombre, de mi boca sale una sentencia, una palabra irrevocable:
«Ante mí se doblará toda rodilla, por mí jurará toda lengua»; dirán: «Sólo el Señor tiene la justicia y el poder» A él vendrán avergonzados los que se enardecían contra él; con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.»
Palabra de Dios.
SALMO: Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
ANTÍFONA: Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al justo.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos.
ANTÍFONA: Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al justo.
EVANGELIO: San Lucas 7, 19-23
En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar al Señor:
– «¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?»
Los hombres se presentaron a Jesús y le dijeron:
-«Juan, el Bautista, nos ha mandado a preguntarte: «¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?»»
Y en aquella ocasión Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista.
Después contestó a los enviados:
– «ld a anunciar a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Y dichoso el que no se escandalice de mí.»
Palabra del Señor.
PETICIONES:
Te pedimos para que la Iglesia, todos nosotros, sea signo de esperanza en un mundo desgarrado.
Te pedimos por los que con fe acudimos al Señor, para que no recemos solamente en nuestras preocupaciones materiales o enfermedades corporales, sino que le reconozcamos siempre como fuente de salvación.
Te pedimos para que el anuncio de salvación, se haga presente en nuestro mundo, y nuestros niños crezcan en una mejor convivencia de paz y alegría; nuestros jóvenes encuentren sentido a sus vidas; y nuestros mayores se vean rodeados de atención y cariño.
Te pedimos para que no vivamos de espaldas a las angustias, necesidades, anhelos y esperanzas del emigrante, que se ha visto obligado a abandonar su tierra, buscando los medios de subsistencia.
Te pedimos por Justi y te damos gracias por su vida y compromiso.
PADRE NUESTRO.
AVE MARÍA.
ORACIÓN FINAL.
Cuando acabaste la creación
dicen que dijiste firmemente
a los cuatro puntos cardinales:
Que todo el mundo viva feliz,
en paz, libremente y con dignidad,
en la tierra que le vio nacer.
Que si alguien abandona su país
no sea porque muere de injusticia y hambre.
sino por conocer otros paraísos terrenales.
Que siempre, y en todo lugar,
se respeten los derechos de las personas,
sean del color y condición que sean.
Que nadie esclavice a su semejante
y nadie se haga esclavo de nadie,
pues yo os he creado hermanos y libres.
Que nadie se arrogue el derecho
de ser ciudadano y dar a otros papeles,
pues todos sois iguales y muy diferentes.
Y dicen que, como casi siempre,
muchos jugamos a ser dioses
o, simplemente, señores prepotentes.
Y otros muchos tuvieron que salir,
y ser emigrantes sin papeles,
con mucha injusticia y hambre.
Y dicen que dijiste más firmemente:
Pues no me voy de esta tierra,
y seré uno más entre los emigrantes.
Padre/Madre, que estás en esta tierra:
rompe nuestros miedos e imágenes tuyas
para que tu proyecto siga adelante.
Florentino Ulibarri