13 – Al realizar su misión la Congregación procura actuar con iniciativas audaces y con tenso dinamismo.
Llamada a cumplir fielmente a través de los tiempos la obra misionera que Dios le ha confiado, va evolucionando en el modo de realizar su misión.
14 – La obra apostólica de la Congregación se caracteriza, en efecto, más que por determinadas formas de actividad, por el dinamismo misionero, es decir, por la evangelización propiamente dicha y por el servicio en favor de los hombres y los grupos que para la Iglesia y por las condiciones sociales son más pobres y necesitados (cf. CC. 3-5).
15 – La misión de la Congregación exige, por consiguiente, que los redentoristas estén libres y disponibles, tanto en lo referente a los grupos que han de evangelizar cuanto a los medios utilizados al servicio de la misión salvadora.
Porque deben estar en búsqueda incesante de nuevas iniciativas apostólicas bajo la dirección de la autoridad legítima, se les prohíbe instalarse en situaciones y estructuras en las que su actuación perdería el distintivo misionero. Por el contrario, se ingeniarán en buscar nuevas formas de anunciar el evangelio a todas las criaturas (cf. Mc 16,15).