Piedras y caricias

Piedras y caricias

Nos dice Erich Fromm en uno de sus libros, «Psicoanálisis de la sociedad contemporánea» que las personas necesitamos trascendernos en algo más allá de nosotros, proyectándonos hacia afuera, hacia el mundo y los demás. El modo natural de hacerlo es la creatividad, es decir, la acción creadora de nuestras capacidades y talentos, crear vida, crear cultura: Dios es el gran creador, el Amor es expansivo, como bien sabemos.

Así comienza el artículo de César García-Rincón de Castro en nuestra revista Icono de septiembre.

Quien no sabe o no puede crear, según Fromm, quien no descubre esa capacidad, lo hace de otro modo: mediante la destrucción del otro, de la vida, de la naturaleza, de Dios. Hay en toda acción destructiva una necesidad de trascendencia errónea y deformada, inhumana y desorientada.

PIEDRAS INTERIORES

Todos cometemos faltas, todos tenemos cosas que mejorar, simbolizadas en nuestras piedras interiores. Por eso, antes de criticar a los demás, deberíamos mirarnos a nosotros mismos y vaciarnos de esas pesadas cargas internas. La única solución es el perdón y la reconciliación: perdonarnos a nosotros mismos, reconociendo que podemos mejorar y abrazando nuestra propia realidad.

Si quieres realizar la dinámica que propone el autor del artículo en esta ocasión, puedes hacerlo aquí.