Los comienzos de la fundación en Albania

Los comienzos de la fundación en Albania

 Eran las 17:20 horas cuando los PP. Laureano Del Otero Sevillano, Dominic O’Toole y Andrzej Michon, los tres primeros redentoristas albaneses, aterrizaban en Tirana, capital de Albania. El cielo estaba nublado y la carretera mostraba los preparativos de la cercana visita del Papa al «País de las Águilas».

La comunidad fue recibida en la casa parroquial de la catedral por Mons. George Frendo OP, obispo auxiliar de Tirana-Durrës. Allí permanecerán durante dos semanas, dedicados al estudio del idioma y participando en varios encuentros eclesiales, tomando contacto con la Iglesia católica albanesa y su peculiaridades. Al día siguiente fueron recibidos por el arzobispo metropolitano de la capital, Mons. Rrok Mirdita, quien afirmó que la llegada de los Redentoristas a su diócesis era un precioso regalo por su 75 aniversario. También celebraron un encuentro con el Nuncio Apostólico en Albania, que invitó a los cohermanos a querer mucho a la gente y tener «olor a oveja», citando al Papa Francisco.

Durante la estancia en Tirana, la comunidad visitó su futuro emplazamiento, Kamëz, y también mantuvo reuniones con el fin de concretar los detalles de la fundación, que fue adelantada al lunes 22 de septiembre, por diversas razones.

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El domingo 21 de septiembre el Papa Francisco visitó Albania, que se convierte en el primer país de Europa al que viaja el Santo Padre. Los cohermanos tuvieron el privilegio de estar muy cerca de Francisco, ya que los obispos y sacerdotes de Albania

no son muy numerosos. En la celebración también estaban presentes muchas personas de otras religiones, además de sus líderes religiosos y autoridades gubernamentales. Era impresionante la marea humana congregada en la Plaza Madre Teresa. En la homilía, el Papa se refirió a la Iglesia como una comunidad misionera. Repitió varias veces el saludo de la paz: «No es sólo un saludo, es también un don: la paz. Queridos hermanos y hermanas de Albania, también yo vengo hoy entre ustedes a esta plaza dedicada a una humilde y gran hija de esta tierra, la beata Madre Teresa de Calcuta, para repetirles ese saludo: paz en sus casas, paz en sus corazones, paz en su Nación. ¡Paz!» Habló de los sufrimientos de la Iglesia en Albania en el pasado y aludió a la imagen del águila, presente en la bandera del país, para invitar a los albaneses a volar alto. Por la tarde, los cohermanos participaron en un encuentro del Papa con sacerdotes y religiosos en la catedral, donde dos religiosos narraron sus testimonios de fidelidad en los tiempos de la dictadura ateísta comunista.

La primera comunidad de Misioneros Redentoristas en Albania: Kamëz

El lunes 22 de septiembre está escrito con letras de oro en el libro de la historia de la Congregación. Tras recibir la bendición papal, en un coche prestado por el Arzobispado que solo tiene dos plazas, por lo que uno de los cohermanos viaja detrás, la comunidad recorrió los 10 km. que distan entre la capital y Kamëz. A las 17 horas, los tres redentoristas entraban por vez primera la que ya es la primera comunidad albanesa. ¡Demos gracias a Dios!

La comunidad Redentorista ha recibido la misión de atender a la comunidad católica de Kamëz, que incluye la Parroquia de San Juan María Vianney de Kamëz, la Parroquia de la cercana población de Luz y la zona de Kasalle. En los tres lugares se celebra la Eucaristía, aunque Kasalle y Luz no poseen templo y se hace en un centro o casita, que carece de electricidad y agua corriente. Kamëz es un gran núcleo urbano, en el que se han asentado las familias católicas que han emigrado de las montañas del norte. Luz y Kasalle son poblaciones rurales. Pero en todas ellas se puede observar un estilo de vida humilde y una economía de supervivencia. Las vías de comunicación son malas y a ambos lados se pueden ver las heridas del abandono y la pobreza. Aquí se encuentra nuestra «Scala» albanesa.

La población católica asciende a unos 20.000 fieles. La comunidad está instalada en la Parroquia de Kamëz, que consta de iglesia y casa parroquial, que necesita algunas mejoras. La comunidad actualmente aprende el albanés, pero el inglés es el idioma para la oración de la mañana y el diálogo entre sus miembros. Todos los días se

celebra la liturgia de las horas y la Eucaristía, delante del Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro que recibió el P. Andrzej en Polonia. Al mismo tiempo, todos los servicios son desarrollados por los miembros de la comunidad. La Eucaristía se celebra en albanés desde el primer día, lo cual ha agradado mucho a los fieles.

 Los comienzos de esta aventura misionera no han sido fáciles, especialmente cuando los fieles han acudido a los cohermanos para celebraciones en los hogares. Ante la dificultad del idioma, la ayuda y colaboración de otros sacerdotes y religiosos está siendo una experiencia de comunión muy enriquecedora. La Iglesia en Albania es pequeña y muy familiar. Ante la escasez de sacerdotes del país, gran parte del clero y de los religiosos son misioneros extranjeros que se sienten solidarios con los primeros pasos de nuestra comunidad.

Uno de los detalles que más han sorprendido a los cohermanos es la juventud de la comunidad católica. La mayor parte de las personas que participan en la Eucaristía son adolescentes y jóvenes. También hay algunos ancianos. Los católicos de edades intermedias no acuden a la iglesia, según nos han informado, porque su fe ha crecido durante el comunismo, cuando todas las iglesias del país estaban destruidas o cerradas. Los jóvenes de Kamëz son precisamente quienes más colaboran con la comunidad Redentorista a la hora de conocer la realidad y dialogar con los fieles.

El domingo 5 de octubre, fiesta del Beato Javier Seelos, el arzobispo Mirdita celebró la Eucaristía de entrega de la Misión de Kamëz a los Redentoristas. En la homilía, el arzobispo ha dicho que se siente feliz porque podamos hacernos cargo de esta parroquia, la más grande del país en habitantes católicos. También ha expresado que desea que la comunidad parroquial ayude a sus nuevos sacerdotes, ya que es un privilegio tener a tres sacerdotes a su servicio. Además, ha expresado que espera que nuestra presencia aquí sea larga y fructífera, y que dé lugar a un crecimiento de la comunidad parroquial de Kamëz. Al mismo tiempo, les ha recordado que sin sacerdotes no hay iglesia, porque no hay sacramentos: ha pedido vocaciones.

La Misión Redentoristas en Albania sólo acaba de comenzar. El abandono espiritual y material de esta zona de Europa llena de sentido la presencia de nuestra Congregación. La juventud de los católicos llena de esperanza a una Iglesia que ha sufrido mucho pero que permanece fiel al Evangelio. Sentido y Esperanza. Son necesarias las oraciones y el apoyo de toda la Familia Redentorista para que la semilla del Evangelio de fruto abundante. Y ojalá otros Redentoristas deseen incorporarse a esta aventura misionera.

En Cristo Redentor

Laureano Del Otero CSsR