15 Mar Hoy celebramos San Clemente Mª Hofbauer
Hoy, 15 de marzo, se celebra la fiesta de San Clemente María Hofbauer. El pasado año se cumplió el bicentenario de su muerte, y fue conocido como el apóstol de Varsovia y Viena y el segundo Fundador de la Congregación del Santísimo Redentor (CSsR). Su aportación “dejó en nuestra espiritualidad y misión una huella indeleble”. Así lo aseguró Michael Brehl, CSsR, Superior General de los Misioneros Redentoristas en nuestra revista Icono del pasado año.
Asimismo, Brehl aseguró que su vida “se basó en el amor a Dios y a la Iglesia, y en su deseo de dirigir las almas a Dios”. A San Clemente le tocó vivir una época difícil, pero “supo abrir un camino a la renovación cristiana” y, gracias a él, se debió “que la vida religiosa renaciera en Varsovia y en Viena”, detalló el Superior General de los Misioneros Redentoristas.
San Clemente María Hofbauer fue un modelo de aprendizaje y, en palabras de Michael Brehl, “podemos aprender cómo vivir en comunión con Dios y ser, al mismo tiempo, apóstoles celosos que se dedican a la proclamación del Evangelio a los más pobres y abandonados”. La genialidad de San Clemente, al igual que San Alfonso, estuvo en “armonizar la vida interior con la actividad apostólica” porque, según Brehl, “ambas dimensiones corren frecuentemente peligro de disociarse”.
Por último, Michael Brehl afirmó que “para los Redentoristas, el Reino de Dios no puede constituirse si está separada la vida interior de la actividad misionera. Sin pasión y fuego en el corazón, la dedicación al Pueblo de Dios y a la actividad apostólica se convierten en algo meramente exterior”.
El mensaje de clausura por parte del Padre General de este jubileo por los 200 años de la muerte de San Clemente puede verse en:
San Clemente
Nació el 26 de diciembre de 1751 en Tasswitz, Moravia. Le pusieron Hansl, Juan. Quiso ser sacerdote, pero, al pertenecer a una familia pobre, Hansl tenía pocas esperanzas de poder entrar en un seminario o de ingresar en una orden religiosa. Comenzó estudiando latín en casa del vicario de su parroquia y después, se puso a trabajar como panadero en el monasterio de los Padres Blancos de Kloster Buck.
En 1771 viajó a Italia, se hizo ermitaño en el santuario de Nuestra Señora de Quintiliolo y cambió su nombre por el de Clemente María: Clemente por el obispo de Ancira en Asia y María por la Virgen María. A los 29 años ingresó en la universidad para estudiar Teología pues el gobierno había suprimido todos los seminarios. En la fiesta de San José, el 19 de marzo de 1785, se convirtió en Redentorista al profesar públicamente sus votos de pobreza, castidad y obediencia. A los diez días fue ordenado sacerdote en la catedral de Alatri y fue enviado por el Superior General para fundar la congregación en el norte de Europa.
La situación política impidió a Clemente a permanecer en su propio país. En febrero de 1787 llegó a Varsovia y, en la iglesia, Clemente y su grupo de redentoristas comenzó la Misión continua: cada día predicaban cinco sermones en alemán y polaco y celebraban tres misas solemnes.
En septiembre de 1808, tras el destierro de Polonia, Clemente llega a Viena y se queda hasta su muerte, 13 años después. En 1809, cuando las fuerzas napoleónicas atacan Viena, Clemente como capellán del hospital, cura soldados heridos. Poco después, el arzobispo de Viena le pide que se haga cargo de una pequeña iglesia italiana de Viena y permanecerá en esta ciudad durante cuatro años y más tarde, fue nombrado capellán de las Monjas Ursulinas en julio de 1813.
En Viena, Hofbauer es atacado de nuevo y amenazado con la expulsión. En ese momento, el emperador Pío VII se entera de lo muy apreciada que es la obra de Hofbauer y trata de recompensarle por sus años de entrega y le autoriza una fundación redentorista en Austria. Desgraciadamente, se hizo ya sin Clemente porque cayó enfermo en marzo de 1820 y murió el 15 de marzo de ese mismo año.
Clemente Hofbauer fue beatificado el 29 de enero de 1888 por el Papa Leo XIII y canonizado como santo de la Iglesia católica el 20 de mayo de 1909. En 1914, el Papa Pío X le concedió el título de Apóstol y Patrón de Viena.
Este año se conmemora el 201º aniversario de su muerte y esta fiesta anual se celebra especialmente en Viena y por los sacerdotes y hermanos redentoristas en todo el mundo.