02 Feb Ética en Atención Primaria
En 2020, la pandemia que vivimos significó un reto para el sistema sanitario y, por tanto, para el primer nivel de la atención sanitaria en España que es la Atención Primaria. La pandemia ha supuesto un nuevo paradigma para el trabajo en equipo y para la organización a nivel de salud.
Atención Primaria es el nivel asistencial con menos recursos técnicos y esto se ha hecho aún más patente en la pandemia. También es el nivel asistencial que menos apoyo administrativo tiene por parte de las gerencias sanitarias. Pero es un nivel asistencial en el que hay mucha variabilidad de profesionales que dan respuesta a múltiples problemas y demandas de la población general, ya sean personas enfermas o personas sanas. En la crisis sanitaria que ha provocado la pandemia, los pacientes han echado de menos la accesibilidad, la cercanía en el trato y en la atención, y el seguimiento de sus enfermedades crónicas tanto en el Centro de Salud como en el domicilio.
La situación sanitaria actual ha puesto de manifiesto que, desde las consultas de Atención Primaria, durante muchos años se ha desarrollado una labor asistencial con muy poca visibilidad, por no decir invisible, sin la cual, la salud de la población disminuye considerablemente.
Así lo asegura Nazaret Maldonado, médico de profesión y laica redentorista, en el Cuaderno de Ética en clave cotidiana número 18: ‘Ética en Atención Primaria’, de nuestra editorial Perpetuo Socorro, recién publicado.
En palabras de Maldonado, durante meses, «la atención a pacientes con infección por COVID-19 ha acaparado el trabajo de todos los profesionales y se ha puesto de manifiesto la importancia que tiene el trabajo realizado en Atención Primaria. Un trabajo en el que los profesionales están comprometidos, compromiso entendido como implicación en la asistencia sanitaria, tanto con los pacientes como con la comunidad a la que pertenecen, y que supone mantener un interés para el aprendizaje y la mejora continua de la calidad asistencial. Este compromiso tiene un aspecto social, que favorece el acceso a la asistencia sanitaria sin discriminación de ningún tipo y a la utilización efectiva y eficiente de los recursos y un aspecto humano, de cercanía al paciente, respetando su autonomía, sus decisiones y su dignidad como persona».
Según la médico, «los profesionales de Atención Primaria toman decisiones en poco tiempo, tienen un contacto muy estrecho y cercano con los pacientes y comparten con ellos su sufrimiento cotidiano, tanto físico como psicológico y social, y se enfrentan, a pesar de la falta de tiempo y la sobrecarga de trabajo, cada vez más, a personas con un alto nivel de exigencia».
«En estas condiciones laborales -asegura Nazaret Maldonado- la Bioética supone una pieza fundamental de la formación de todos los profesionales de Atención Primaria. El objetivo principal es aprender a deliberar, saber plantear los hechos clínicos, identificar los valores en conflicto y dar respuestas de una manera razonable y prudente. Crear espacios de reflexión cuyo resultado sea una mejora de la calidad asistencial y, la búsqueda de la excelencia en la atención a los pacientes y a la población, es dar una respuesta a ese objetivo».
INVITACIÓN A LA REFLEXIÓN
‘Ética en Atención Primaria’ es una invitación a la reflexión, sobre todo de los profesionales sanitarios que trabajan en Atención Primaria, sobre la importancia de favorecer la base ética en el trabajo diario. «Detectar las situaciones y problemas que se plantean en el día a día y aprender a resolver los conflictos éticos que surgen en la toma de decisiones en la práctica clínica diaria. Aprender que no solo hay que saber hacer, sino también ser y estar».
Además de una reflexión inicial, la médico y laica redentorista recoge en este Cuaderno de Ética en clave cotidiana número 18 los siguientes capítulos: la Atención Primaria, Conflictos en Atención Primaria (Reflexión inicial, La Atención Primaria, Conflictos en Atención Primaria, como la relación con la familia, la continuidad de asistencia a lo largo de toda la vida, cuidados centrados en el paciente y la equidad), Necesidad de una reflexión ética, Principios en Bioética aplicados a la Atención Primaria (Principio de Autonomía, de Beneficiencia, de No Maleficiencia y de Justicia) y La deliberación: modelo de toma de decisiones en ética clínica de Atención Primaria (Identificación del problema, Marco de referencia del problema, Recogida de datos, Búsqueda de experiencias semejantes, Estudio de las circunstancias, Posibles cursos de acción, Toma de decisión y ejecución).
Por último dos capítulos más: Problemas éticos frecuentes en Atención Primaria (Información al paciente y consentimiento informado, Autonomía del paciente, Confidencialidad, Relaciones interpersonales, Atención a los menores de edad, Atención en situación de pobreza o exclusión social, Atención en situación de malos tratos, Modificación de estilos de vida, Atención al paciente crónico y Atención al final de la vida) y Reflexión final.
BIOÉTICA
«La Bioética y el conocimiento de principios y valores es importante y adquiere su sentido más pleno cuando es aplicada a la práctica clínica diaria», asegura Nazaret Maldonado.
«Respetar la autonomía del paciente, informarlo de manera veraz y comprensible para que su consentimiento tenga validez, tratar al paciente en su contexto familiar y social detectando problemas que pueden afectar a su salud, buscando siempre su propio bien y el de su familia, favorecer la justicia en el acceso a los recursos sanitarios, ser prudente en las actuaciones, trabajar con equidad y resolver los conflictos éticos y de valores que se presentan en el cuidado de enfermos crónicos y en la atención al final de la vida, requiere una formación en Bioética que los profesionales sanitarios no reciben en los programas de estudios universitarios y que les obliga a una autoformación responsable para poder reflexionar sobre las actuaciones en la práctica clínica».
En palabras de Maldonado, «la excelencia profesional es difícil en la realidad de cada día, pero tenerla presente ayuda a ser mejores profesionales». Buzzi, en alusión a los escritos de William Osler, decía que «la medicina es la ciencia de la incertidumbre y el arte de la probabilidad». Ciencia y arte, asegura la médico y laica redentorista: «Ciencia, porque deben tener una formación adecuada y actualizada, en la que la Bioética debe haber empezado a formar parte importante. Y arte, en el manejo de la incertidumbre para aprender a caminar en la estrecha senda de las decisiones difíciles cuando existen conflictos éticos, primando siempre la autonomía del paciente y la incorporación de éste es la toma de decisiones sobre la salud».
Y concluye: «Este debe ser también el objetivo de todos los profesionales que trabajan en equipos de Atención Primaria».