El Perpetuo Socorro en 1901

El Perpetuo Socorro en 1901

La revista mensual ‘El Perpetuo Socorro’ publicó en 1901 dos páginas de publicidad de color morado en las que incluyó: los Servicios de la Compañía Trasatlántica, una nueva edición de ‘El devoto de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro’, Estampas de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, La conversión continua a Dios, Vida del glorioso San Alfonso María de Ligorio, publicidad sobre El Perpetuo Socorro, revista mensual y ascética y órgano en España y, por último, la vida del Beato Gerardo Mayela.

Por lo que respecta a los Servicios de la Compañía Trasatlántica, detallaba las líneas de Filipinas, Cuba y México, Venezuela y Colombia, Buenos Aires, Brasil, Canarias, Fernando Póo y Tánger. Incluía una nota al pie de página que explicaba lo siguiente:

«Estos vapores admiten carga con las condiciones más favorables y pasajeros, a quienes la Compañía da alojamiento muy cómodo y trato muy esmerado, como ha acreditado en su dilatado servicio, Rebajas a familias, Precios convencionales por camarotes de lujo. Rebajas por pasajes de ida y vuelta. Hay pasajes para Manila a precios muy especiales para emigrantes de clase artesana o jornalera, con facultad de regresar gratis dentro de un año, si no encuentran trabajo. La empresa puede asegurar las mercancías en sus buques.

Aviso importante: La compañía previene a los señores comerciantes, agricultores e industriales que recibirá y encaminará a los destinos que los mismos designen las muestras y notas de precios que con este objeto se le entreguen. Esta Compañía admite carga y expide pasajes, para todos los puertos del mundo, servidos por líneas regulares». 

Por otra parte, como se señalaba anteriormente, se presenta la nueva edición de ‘El devoto de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro’. Según se detalla en el texto, «la nueva edición en nada se diferencia de la primera, sino es en las mejoras que en lo material hemos introducido y que podrán apreciar los que comparen las ediciones. Está enriquecida con un triduo a San Antonio de Padua y una sección de Cánticos piadosos».

Contiene cinco partes, a las que por modo de proemio, proceden el Santoral, Historia de la Imagen del Perpetuo Socorro, la Archicofradía y Súplica perpetua, etc.  Y continúa:

Parte I. Medios generales de santificación y perseverancia

Parte II. Ejercicios para cada día: Misa, rosario.

Parte III. Ejercicios para cada semana: Confesión, comunión.

Parte IV: Ejercicios para cada mes: Primeros viernes.

Parte V: Ejercicios para entre año: Novenas al Corazón de Jesús, devociones a los Santos, asistencia a los moribundos.

SUMARIO

En el sumario de El Perpetuo Socorro destacan: La Santísima Virgen según la mente de San Alfonso. I El libro de Las Glorias de María; Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Oriente; A Jesús en el portal de Belén; Flores del Cielo: El siervo de Dios, P. José Passerat, CSsR; Vida cristiana. El Tiempo y la Vida; Cuadros del día: ¿¿ Habrá entierro??; Variedades. 1) Movimiento católico. 2) Los redentoristas en África, y, por último, Boletín de la Archicofradía. Favores. Granada y Valdemeca (Cuenca).

Cabe destacar el reportaje de Los redentoristas en África que comienza así:

«Día de ventura y alegría para el Continente Africano amaneció el 6 de febrero de 1899. La populosa ciudad de Amberes presenció uno de esos espectáculos que conmueven los corazones más insensibles. Quien aquel día hubiera penetrado en la Iglesia de los PP. Redentoristas fuera testigo de una imponente ceremonia: tratábase de despedir a unos religiosos que en alas de ardiente celo iban a evangelizar en África a la raza desventurada de Cam. 

Antes de la partida, y como a las ocho de la mañana, cantó misa solemne el M. R. P. Van Aertselser, provincial de Bélgica. Después del Evangelio, el celoso director de las obras militares de Bélgica, R. P. De Winde, pronunció una elocuente oración sagrada, excitando a sus oyentes al amor a la religión y a la obra de la propagación de la fe y civilización cristiana del Congo Belga. Tan conmovedor y tierno era el cuadro que el orador desplegó ante su inmenso auditorio, que más de una vez se vieron los rostros bañados en lágrimas. 

Terminada la misa, los nuevos heraldos del Evangelio se despidieron de sus hermanos al pie del altar, y, llevando a la frente la Santa cruz, se dirigieron al muelle donde les esperaba el buque que les había de trasladar a las abrasadas playas del Continente Africano». 

Si tienes interés por saber más de este número de la revista, no dudes en escribirnos a este mail.