21 Sep El carisma redentorista facilita el encuentro de la persona con el Señor, independientemente de su situación
El carisma redentorista facilita el encuentro de la persona con el Señor, independientemente de su situación. Así lo destacaron los participantes de la mesa redonda ‘Caminando hacia una nueva pastoral de acompañamiento’, que tuvo lugar este sábado en la Casa de la Espiritualidad de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor en Ciempozuelos, Madrid. La mesa redonda fue una de las partes del programa del Encuentro Anual de Agentes de Pastoral, organizado por el Secretariado de Evangelización, bajo el lema ‘Comunidad Misionera, Comunidad que acompaña’, que duró todo el fin de semana.
En la mesa redonda nuevos participantes compartieron su visión acerca de la importancia del acompañamiento en las realidades en las que trabajan: CESPLAM (equipo misionero itinerante), Asociación para la Solidaridad, Barrio de Nazaret de Valencia, Situaciones de duelo y la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Zaragoza. Entre estas actividades pastorales se destacó la importancia del acompañamiento en el duelo, pero, sobre todo, lo que puede aportar nuestro carisma redentorista.
El Encuentro Anual de Agentes de Pastoral comenzó el pasado 17 de septiembre y terminó el 19. En palabras de Joaquín García-Romanillos, CSsR, “a lo largo del fin de semana hemos tenido tiempo de escuchar, dialogar, aprender, trabajar y de poner en común nuestra experiencia, así como las valiosas charlas y talleres en los que hemos participado”.
“El viernes fuimos llegando -relató García-Romanillos- de las distintas comunidades de la Provincia. Estuvimos presentes las comunidades de Jerez de la Frontera, Mérida, Granada, Sevilla, Valencia, Perpetuo Socorro, Santísimo Redentor y San Gerardo (Madrid), Salamanca y Zaragoza”. Y añadió: “En total, hemos participado más de cuarenta miembros de nuestras comunidades, entre religiosos y laicos y, debido a las medidas de protección anti COVID y también por los distintos horarios de llegada, no se realizó el tradicional Gaudeamus con productos de las diversas regiones, a excepción del vino de Jerez en uno de sus nuevos formatos”.
Según el misionero redentorista, “el sábado comenzamos nuestra actividad bien pronto, con una oración que nos puso en camino para el trabajo de la jornada”. La primera ponencia corrió a cargo de José Luis Segovia Bernabé, vicario episcopal para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación en la Archidiócesis de Madrid, y estuvo centrada en la ‘Conversión para el Acompañamiento’”.
Acompañamiento
El vicario episcopal ofreció toda una serie de herramientas e ideas con las que trabajar en nuestras parroquias y santuarios. “Nos animó con una propuesta de conversión pastoral para el acompañamiento, transformando nuestras comunidades en hospitales de campaña y mostrando una Iglesia en acogida”, aseguró García-Romanillos. Por esta razón, “incidió en la idea del encuentro personal, de diálogo abierto en el que esté presente el ‘arte de la escucha’, y con cuatro agentes o actores: acompañado, acompañante, el Espíritu y la comunidad en que se encuentra el acompañante”.
La tarde del sábado los asistentes participaron en cuatro talleres distintos sobre el acompañamiento: Pastoral Juvenil, Duelo, Nuevas realidades que afectan al campo de la Moral y Acompañar a los que acompañan (Liderazgo). Tras varios descansos y compartir en grupos pequeños de forma espontánea terminaron el día con una vigilia de oración muy centrada en el acompañamiento.
Por último, el domingo 17 de septiembre, por la mañana, en el Plenario, “pusimos en común todo el trabajo realizado de cara a la elaboración del documento resultado del encuentro, en el que se nos pidió también una concreción de ideas que habían surgido a partir de lo dialogado, y que tratarían de ponerse en marcha a la vuelta a las comunidades de origen”, destacó Joaquín García Romanillos. Y concluyó: “Muchas de estas iniciativas tenían el acompañamiento en el duelo como uno de los aspectos a trabajar y crecer, incluyendo también a nivel sacramental de las exequias. Se volvió a recordar la necesidad patente que existe para una formación más sistematizada, seria y profesional en el campo del acompañamiento. Por último, también se hizo patente un compromiso real para atender las necesidades de las personas que se acercan a un acompañamiento”.
Después de celebrar la Eucaristía en el jardín de la casa tuvo lugar el almuerzo, tras el cual todos los participantes regresaron a sus ciudades de origen y a continuar con sus actividades.