09 Ago Crónica y Video – Misión de los Jóvenes «Espino 2014»
XXXII MISIÓN DE LOS JÓVENES «ESPINO 2014»
Monasterio del Espino, 20-27 de julio de 2014
Más de 235 han sido los participantes de la Misión de los Jóvenes «Espino 2014». Jóvenes, redentoristas, oblatas y laicos han compartido una semana inolvidable, que este año se presentaba bajo el lema «Biyú, ven y verás» y que contaba con un marcado carácter vocacional.
Coincidía con el Año de la Promoción de la Vocación Misionera Redentorista, convocado en agosto de 2013 por el P. General.
Y fue precisamente el Superior General, P. Michael Brehl, quien inauguró la Misión de los Jóvenes con la eucaristía de inicio en la solemnidad del Santísimo Redentor. El P. General, que había participado la semana anterior en el Encuentro de San Alfonso y Jóvenes Adultos, permaneció en El Espino el domingo, antes de que el lunes partiera hacia Argentina. Sus palabras durante la homilía, llenas de amabilidad, simpatía y cercanía, insistieron en la belleza de la vocación misionera redentorista; incluían también el agradecimiento y alegría por compartir esta iniciativa de pastoral juvenil que durante más de 30 años viene anunciando a los jóvenes la Buena Noticia del Evangelio. De modo siempre nuevo, los jóvenes siguen evangelizando a los jóvenes.
El hilo conductor de la misión vino de la mano del personaje ficticio Biyú (del inglés ‘be you’ (sé tú), siguiendo el plan de PJVR para el cuatrienio), el joven rico que se encuentra con Jesús y que ha de ir dejando atrás las máscaras que le impiden responder de corazón al seguimiento y a la invitación que le hace el Señor Jesús a la misión.
Él acompañó a los jóvenes en la reflexión de toda la semana. Por su parte, las llamadas ‘microcápsulas’, módulos de formación que tienen lugar de lunes a miércoles durante la misión, insistieron en la importancia de la Vocación, la Palabra, la Iglesia, la Catequesis, etc. El jueves fue, un año más, día de camino hacia Sobrón; el viernes, por su parte, día de especial reflexión, tuvimos sendas celebraciones de la reconciliación en Santa Gadea y, por la noche, la adoración de la cruz, que se extendió hasta altas horas de la madrugada. La misión terminó con la celebración del sábado por la noche, que presidió el Superior Provincial, P. Pedro López, y a la que siguió una velada festiva. Al día siguiente, domingo, antes de que los jóvenes volvieran a sus comunidades, tuvimos una oración con la Virgen del Espino, que sirvió también para que los jóvenes se sintieran enviados -ahora en sus comunidades- a ser testigos de Jesucristo.
Esperamos que esta Misión de Jóvenes, tan llena de alegría y colaboración, y con un ambiente fantástico en todos los sentidos, dé fruto abundante en nuestras comunidades y, también, en la pastoral vocacional.