01 May Congreso diocesano de partoral misionera (Mérida)
Congreso Diocesano de Pastoral Misionera
El 7 de abril se celebró en el Colegio San José de Villafranca de los Barros, el Congreso de Pastoral Misionera, organizado por la Diócesis de Mérida-Badajoz.
El evento estaba enmarcado dentro del objetivo del plan pastoral diocesano para este curso: “Anunciar la Palabra de Dios”. Después de un período de reflexión en los arciprestazgos sobre las propuestas misioneras la experiencia de nuestra misión parroquial fue seleccionada para compartirla en el Congreso.
El encuentro tuvo una respuesta muy buena, ya que más de 300 personas, la mayor parte seglares de parroquias y movimientos, nos reunimos en el salón de actos del Colegio jesuita. Presididos por el Arzobispo, D. Celso Morga, daba comienzo el Congreso con una ponencia de D. Ginés García Beltrán, obispo de Getafe, bajo el título “La pastoral misionera, un reto para la Iglesia de hoy”. En su intervención afirmaba que la Iglesia debe hacer un renovado compromiso de nueva evangelización, según las necesidades de la persona de hoy en las situaciones que marcan los nuevos escenarios culturales.
Tras esta ponencia central del Congreso, se presentaron seis experiencias evangelizadoras que se están llevando a cabo en la archidiócesis, entre ellas las misiones populares de los Redentoristas en Mérida.
La misión popular de los Redentoristas
La presentación de nuestra misión corrió a cago de una animadora de Asambleas, Carmen Castro, y de un matrimonio, Inés y Valentín, que acogen en su casa todos los meses una reunión. El fruto de nuestra misión parroquial, desarrollada en 2014, venía avalado por su continuidad, ya que desde ese año siguen reuniéndose 22 asambleas en otros tantos hogares de nuestra barriada. Ofrecimos parte del vídeo que el P. Jorge Ambel realizó entonces sobre el desarrollo de la misión y, a continuación, el P. Víctor Ballesteros enmarcó la acción evangelizadora como rasgo característico de nuestra presencia redentorista dentro del contexto social. Carmen compartió con realismo lo que supone ser animadora y cómo se ha enriquecido su experiencia cristiana a partir de las personas de las Asambleas, pasando de un escepticismo a implicarse a fondo en el trabajo misionero.
Inés y Valentín, con dos hijas jóvenes, plantearon también las limitaciones y los retos que tenía la experiencia, y mostraron cómo en estos cuatro años la asamblea se había convertido en referencia para los vecinos, haciendo posible una verdadera familia dentro del mismo bloque. Plantearon los retos de llegar a los jóvenes, y a otras zonas de la parroquia donde no hay asambleas, así como fortalecer las que ya están.
La experiencia fue muy positiva y bastante gente nos preguntó después sobre lo compartido. Nuestra misión continúa, y el Evangelio se sigue sembrando. Demos gracias al Espíritu por tan feliz acontecimiento.
Víctor Ballesteros