¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!
"¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!" (1Cor 16b). Este grito de San Pablo nace de una experiencia profunda de agradecimiento. Conocer a Jesús ha sido en su vida algo tan grande que no puede callarlo, necesita contarlo, darlo a conocer. Así lo asegura...