23 Dic REZAR EN ADVIENTO – 23 de diciembre de 2013.
Canto: Maranatha
SALMO 24,4-5ab.8-9.10.14
ANTÍFONA: Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.
El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles
y les da a conocer su alianza.
ANTÍFONA: Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación
LECTURA DEL EVANGELIO: Lucas 1,57-66
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan.»
Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así.»
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.»
Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él.
PETICIONES:
- Te pedimos para que nos comprometamos plenamente en ayudar a vivir con justicia a quienes sufren injusticias, con libertad a quienes viven privados de ella y con dignidad a quienes carecen de ella como signos de la venida del Mesías.
- Te pedimos por nuestra familia Redentorista para que trabajemos desde el amor, por el bien de todas las personas que sufren, manifestando así la salvación de Dios.
- Te pedimos por los niños, para que puedan celebrar una Navidad llena de amor, fiel reflejo del Amor que Cristo nos trae.
PADRE NUESTRO.
AVE MARÍA.
ORACIÓN FINAL. (San Alfonso)
Tú eres, Jesucristo,
todo el bien que me queda.
mi única herencia y toda mi riqueza.
¿Para qué quiero más?
De tal modo eres mi ambición,
que no quiero vivir para mí mismo.
Dime si hay algo todavía
que debo sacrificar para agradarte,
y concédeme fuerza para hacerlo.
Toma Tú posesión de cuanto soy y tengo.
le entrego mis afectos, te doy mis aficiones,
a toda contemplación renuncio,
y dejo toda búsqueda que no seas Tú.
Con poseerte a Ti
tengo bastante.