10 Dic REZAR EN ADVIENTO – 10 de diciembre de 2013.
Canto: Contad a todos los pueblos.
SALMO 95,1-2.3.10ac.11-12.13-14
ANTÍFONA: Nuestro Dios llega con poder
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente.»
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque.
Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.
ANTÍFONA: Nuestro Dios llega con poder
LECTURA DEL EVANGELIO: Mt 18,12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.»
PETICIONES:
- Te pedimos por nuestra iglesia, para que sea liberadora, impulso de solidaridad y compromiso, para hacer de nuestro mundo un espacio justo, humano y fraterno.
- Te pedimos por Lucía y por todos aquellos hermanos cercanos que celebran su cumpleaños y/o santo.
- Te pedimos por nuestra familia Redentorista para que esté cerca de los que no te conocen.
- Te pedimos por los obreros y campesinos, por los emigrantes, por los pueblos más pobres del mundo; para que, con nuestro apoyo, puedan dejar de ser las víctimas del progreso y el bienestar de los ricos y poderosos.
PADRE NUESTRO.
AVE MARÍA.
ORACIÓN FINAL. (San Alfonso)
No es mi gusto, sino el tuyo,
lo que busco en Ti, Dios mío.
Sólo, quiero, mi Señor,
lo que quiera tu bondad.
Tú mereces todo amor,
oh divina voluntad.
En tus manos abandono
cuanto soy y cuanto tengo,
pues que das vida al afecto
y hace al amor total.
Tú mereces todo amor,
oh divina voluntad
Cambias nuestra cruz en suerte
y haces dulce hasta la muerte.
No hay dolores ni temores
para quien contigo está.
Tú mereces todo amor,
oh divina voluntad.