19 Sep 20 setiembre 2013
1ª LECTURA: 1 Timoteo 6,2c-12
Querido hermano:
Esto es lo que tienes que enseñar y recomendar.
Si alguno enseña otra cosa distinta, sin atenerse a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que armoniza con la piedad, es un orgulloso y un ignorante, que padece la enfermedad de plantear cuestiones inútiles y discutir atendiendo sólo a las palabras. Esto provoca envidias, polémicas, difamaciones, sospechas maliciosas, controversias propias de personas tocadas de la cabeza, sin el sentido de la verdad, que se han creído que la piedad es un medio de lucro.
Es verdad que la piedad es una ganancia, cuando uno se contenta con poco. Sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él. Teniendo qué comer y qué vestir nos basta.
En cambio, los que buscan riquezas caen en tentaciones, trampas y mil afanes absurdos y nocivos, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. Porque la codicia es la raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos.
Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto; practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza.
Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.
Palabra de Dios.
SALMO: Sal 48, 6-8. 9-10. 17-18. 19-20
ANTÍFONA: Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia y
se jactan de sus inmensas riquezas,
¿si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate?
Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.
No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.
Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.
ANTÍFONA: Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
EVANGELIO: San Lucas 8, 1-3
En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él habla curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.
Palabra del Señor
ORAR CON LOS SANTOS:
Este ha de ser nuestro único pensamiento en la vida presente, nuestro único afán: ir en busca de Dios para amarle, y de su voluntad para cumplirla, desterrando del corazón todo afecto desordenado a los seres creados. (San Alfonso Mª de Ligorio)
SANTOS DEL DÍA:
Andrés Kim, presbítero, y Pablo Chong, mártires de Corea; Ciro, Clicerio, Filigonio, obispos; Miguel, Teodoro, Susana, Felipa, Sócrates, Dionisio, Eustaquio, Teopista, Agapio, Teopisto, Prisco, Evilasio, Privato, mártires; José María de Yermo y Parres, sacerdote y mártir; Fausta, Cándida, vírgenes; Montano, monje; Gregorio, Pedro, Demetrio, Isabel, anacoretas