14 Jul 15 julio 2013
1ª LECTURA: Éxodo 1, 8-14. 22
En aquellos días, subió al trono en Egipto un Faraón nuevo, que no había conocido a José, y dijo a su pueblo:
-«Mirad, el pueblo de Israel está siendo más numeroso y fuerte que nosotros; vamos a vencerlo con astucia, pues si no, cuando se declare la guerra, se aliará con el enemigo, nos atacará, y después se marchará de nuestra tierra.»
Así, pues, nombraron capataces que los oprimieron con cargas, en la construcción de las ciudades granero, Pitom y Ramsés. Pero, cuanto más los oprimían, ellos crecían y se propagaban más.
Hartos de los israelitas, los egipcios les impusieron trabajos crueles, y les amargaron la vida con dura esclavitud: el trabajo del barro, de los ladrillos, y toda clase de trabajos del campo; les imponían trabajos crueles.
Entonces el Faraón ordenó a toda su gente:
-«Cuando nazca un niño, echadlo al Nilo; si es niña, dejadla con vida.»
Palabra de Dios.
SALMO: Sal 123, 1-3. 4-6. 7-8
ANTÍFONA: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
– que lo diga Israel -,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.
Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes.
Bendito el Señor,
que no nos entregó en presa a sus dientes.
Hemos salvado la vida,
como un pájaro de la trampa del cazador;
la trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
ANTÍFONA: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
EVANGELIO: San Mateo 10, 34-11,1
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
-«No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espadas. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa. El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mi; y el que no coge su cruz y me sigue no es digno de mi. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta tendrá paga de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo tendrá paga de justo. El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo aseguro. »
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.
Palabra del Señor
ORAR CON LOS SANTOS:
Acercarse al Señor tímidamente, o temblando de vergüenza o de miedo, es algo inconcebible. Pero aún lo es más pensar que conversar con Él produce aburrimiento. Muy al contrario, si preguntas a los que le aman, te dirán que nada hay tan sabroso como dialogar con Él continuamente. (San Alfonso Mª de Ligorio)
SANTOS DEL DÍA:
Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia; Abudemo, Agripino, Eutropio, Zósima, Bonosa, Catulino, Jenaro, Julia, Segundo, Máximo, Vito, Modesto, Ciriaco, Antíoco, Felipe, mártires; Bladimiro, Regisvinda, Pompilio María Pirroti, Everardo, Felicísimo, Balduino, confesores; Terencio, Félix, Jacobo, Atanasio, Santiago, obispos; José, obispo y mártir; Gumberto, abad.