29 Abr Ordenación sacerdotal
La mañana del sábado, 27 de abril, se levantó con ligeras nubes y una brisa suave, que favoreció el ambiente festivo de la jornada y eliminó el miedo a la lluvia y al frío previsible.
La noche anterior había concluido con una emotiva Vigilia en torno a los ordenandos. La Iglesia del Perpetuo Socorro se llenó con nuestros hermanos religiosos venidos de toda la geografía española, las familias de Víctor y Damián, los Misioneros Laicos del Santísimo Redentor, Laicos Redentoristas, algún sacerdote diocesano, jóvenes de nuestras parroquias y numerosos fieles de la Comunidad del Santuario.
El sábado, desde muy temprano, comenzaron los preparativos inmediatos. Los más mayores, siempre previsores, acudieron presurosos a buscar sitio. Y a las 12 horas una larga fila de sacerdotes con Mons. José Ignacio Alemany, salía procesionalmente por la puerta del monasterio hacia el templo.
Nuestro obispo estuvo cercano e inspirado en la homilía y en otros comentarios a lo largo de la celebración. La emoción y las lágrimas afloraban en la cara de los asistentes y subió de tono con el besamanos final. La celebración duró dos horas y cuarto, pero en opinión de la gente fue ágil y reconfortante.
Además del Consultor general, Alberto Eseverri, de varios miembros del Gobierno con el P. Provincial y la Comunidad de Granada, asistieron cohermanos de las tres casas de Madrid, Sevilla, Jerez de la Frontera, Mérida, Valencia, Barcelona, Pamplona, Coruña, Vigo y Santander. También el P. Iván Levytskyi (Ucrania-Barcelona) y el P. Manlio, redentorista italiano, compañero de profesión de los ordenandos, más algunos sacerdotes diocesanos, entre ellos el párroco de Deifontes y un diácono de la misma población, de la que es oriunda la familia de Víctor. También estuvo presente un sacerdote mercedario que trabaja en la pastoral penitenciaria de Valencia con los nuestros. En total concelebraron 45 sacerdotes con Mons. Alemany.
Contamos con autobuses de Mérida y Valencia y muchos Misioneros Laicos del Santísimo Redentor y Laicos Redentoristas de varios lugares. La Iglesia estaba a tope de personas afines.
Al final de la celebración hablaron los nuevos presbíteros y clausuró el P. Pedro López, Superior Provincial con palabras de felicitación y agradecimiento a Damián y Víctor, a sus familias y a todos los presentes por la ordenación de dos nuevos presbíteros en la Provincia Española. Repetidas veces resonaron mensajes del actual Papa Francisco en torno a la misión pastoral. Nuestro P. Provincial insistió en la idea de que se incorporaban a un proyecto redentorista, que está ahí y no hay que inventarlo, sino darle dinamismo evangélico.
Una salva pirotécnica acogió a los nuevos sacerdotes en la fachada del templo, obra de los valencianos, como no podía ser de otra manera. Y nos fuimos al Colegio de las Religiosas de la Presentación, donde nos esperaba un ágape fraterno para más de 640 personas.
Fueron horas entrañables de vivencias sacramentales y afecto humano, un caldo de cultivo para nuevas vocaciones, como animaban los dos grandes telones que adornaban el crucero con el mensaje evangélico “Vende lo que tienes… Sígueme”.
La primera Misa de Víctor se celebró al día siguiente en Deifontes, el pueblo del que procede buena parte de su familia. La iglesia estaba abarrotada de fieles del mismo pueblo y de los que se acercaron desde distintos lugares de España. En la acción de gracias se mostró agradecido a Dios y a todos los que le han acompañado en este proceso que le ha conducido hasta la ordenación sacerdotal en nuestra Congregación. Ni siquiera la intensa lluvia que nos acompañó a lo largo de ese día consiguió quitar una chispa de alegría a la celebración del neopresbítero ni a la posterior comida que ofreció la familia en un restaurante de la localidad.
La primera Misa de Damián tuvo lugar el sábado, 4 de mayo, a las 17,30 horas, en el Santuario, con una celebración muy cuidada y preparada por Damián. Destacamos la gran riqueza de gestos y símbolos a lo largo de la Misa, como vestir la estola y casulla antes de subir al presbiterio, el mantel del altar y el incienso, que nos recordaba su actividad en Calcuta con las hermanas de la Madre Teresa, la preparación del altar y las ofrendas con la tradicional danza. Tras la comunión, Damián tomó de la mano a su abuela, famosa cantaora granadina, y, en acción de gracias, cantó el Ave María de Schubert en versión flamenca, que nos conmovió a todos. Tuvo unas cálidas palabras de agradecimiento para todos los presentes y concluyó con la bendición solemne. En el patio nos esperaba un alegre ágape fraterno para todos los que habían asistido a la Eucaristía y, hacia las 21 horas, la familia invitó a los más allegados, entre ellos a los religiosos redentoristas, a un conocido restaurante de la ciudad.
Desde Granada quiero agradecer al Gobierno provincial y a los nuevos presbíteros Damián y Víctor, la elección del Santuario para este gran acontecimiento ministerial y como trampolín para otros candidatos a la vida religiosa y sacerdotal. Rogamos al Señor y a nuestra Madre del Perpetuo Socorro que siga enviando nuevas vocaciones a la Congregación. Gracias.
Jesús Hidalgo López CSsR, Comunidad de Granada