18 Ene SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS. DÍA 1
Día 1: Sábado, 18 de enero
La paternidad y el cuidado de Dios que rige el universo
Isaías 63, 15-17
Mira atento desde el cielo,
desde tu santa y gloriosa mansión.
¿Qué es de tu celo y tu valor,
de tu inmensa ternura y compasión?
No la reprimas, que eres nuestro padre,
pues Abrahán no sabe quiénes somos
e Israel no ha llegado a conocernos.
Tú eres el Señor, nuestro padre,
desde siempre te llamas “Redentor”.
¿Por qué nos dejas, Señor,
apartarnos de tus caminos?
¿por qué permites que no te respete
nuestro duro corazón?
Vuélvete a nosotros, tus siervos,
a las tribus que forman tu heredad.
Salmo 139, 1-3.13.23.24b
Señor, tú me sondeas y me conoces,
tú sabes si me siento o me levanto,
tú, desde lejos, conoces mis pensamientos.
Distingues si camino o reposo,
todas mis sendas te son familiares.
Tú creaste mis entrañas,
en el seno de mi madre me tejiste.
Sondéame, oh Dios, conoce mi corazón,
pruébame, penetra mis pensamientos;
mira si me conduzco mal
y guíame por el camino eterno.
1 Corintios 8, 5-6
Existen, sí, esos a los que llaman dioses, sea en el cielo o en la tierra —y son, por cierto, muchos esos dioses y señores—. Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios: el Padre, de quien todo procede y a quien todos estamos destinados; y sólo hay un Señor: Jesucristo, mediante el cual han sido creadas todas las cosas y por quien vivimos también nosotros.
Lectura patrística
De la tradición griega
Considera los misterios de la caridad, y entonces contemplarás el seno del Padre, a quien solo el Dios [Hijo] Unigénito manifestó. Y además Dios mismo es amor y a través del amor lo contemplamos. Ciertamente, lo inefable de Dios es [ser] Padre, y su compasión para con nosotros le ha hecho madre.
Oración
Gracias y alabanza a ti, oh, Señor
Te bendecimos, oh, Señor, Padre de las luces:
de ti desciende todo bien y todo don perfecto. R.
Tú has hecho el mundo y todo lo que contiene,
tú eres el Señor del cielo y de la tierra.
A todos los hombres mortales les das vida, aliento y todo bien. R.
Tú creaste a todos los pueblos que habitan en la tierra.
Para ellos estableciste el orden del tiempo y los límites del
espacio.
En el corazón de los seres humanos, has puesto la idea de la
eternidad. R.
Padre celestial, por tu gran bondad
nos concedes vivir según la ley y los profetas.
Padre misericordioso, en Jesús, tu Hijo, proclamaste la buena
nueva del reino. R.
Dios de todo consuelo,
llámanos a seguirte.
Sostén la obra de nuestras manos. R.
Oremos
Padre compasivo, renueva nuestra fe en ti y únenos a través de tu amor, para que podamos reconocernos como hijos tuyos y llegar a ser una sola cosa.
Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo unigénito, en la comunión del Espíritu Santo. AMÉN.