23 Ene SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS. DIA 6
DÍA 6: Lo que hicisteis con uno de estos mis pequeños… a mí me lo hicisteis
CANTO: Perdón.
Ez 34, 15-20
Yo mismo reuniré a mis ovejas y las pastorearé — oráculo del Señor Dios—. Buscaré a las ovejas perdidas y haré volver a la descarriadas; vendaré a las heridas y robusteceré a las débiles. Por lo que respecta a las robustas, las apacentaré como se debe.
En cuanto a vosotras, ovejas mías, esto dice el Señor Dios: Aquí estoy, dispuesto a juzgar entre ovejas y ovejas, entre carneros y machos cabríos. ¿Os parece poco el delicioso pasto en el que pastáis, que encima pisoteáis el resto de vuestros pastos? ¿Os parece poco el caudal de agua en el que abreváis, que encima enturbiáis con vuestros pies el agua restante? Mis ovejas tienen que pastar lo que vosotros habéis pisoteado y tienen que beber el agua que vuestros pies han enturbiado. Por eso, así dice el Señor Dios:
Yo mismo juzgaré entre ovejas gordas y ovejas flacas.
Palabra de Dios.
Mt 25, 31-40
Cuando el Hijo del hombre venga con todo su esplendor y acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todos los habitantes del mundo serán reunidos en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los machos cabríos, poniendo las ovejas a un lado y los machos cabríos al otro. Luego el rey dirá a los unos: “Venid, benditos de mi Padre; recibid en propiedad el reino que se os ha preparado desde el principio del mundo. Porque estuve hambriento, y vosotros me disteis de comer; estuve sediento, y me disteis de beber; llegué como un extraño, y me recibisteis en vuestra casa; no tenía ropa y me la disteis; estuve enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y fuisteis a verme”. Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento y te dimos de comer y beber? ¿Cuándo llegaste como un extraño y te recibimos en nuestras casas? ¿Cuándo te vimos sin ropa y te la dimos? ¿Cuándo estuviste enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. Y el rey les dirá: “Os aseguro que todo lo que hayáis hecho en favor del más pequeño de mis hermanos, a mí me lo habéis hecho”.
Palabra del Señor.
Reflexión
En el Evangelio de Mateo, se nos recuerda que no podemos separar nuestro amor a Dios del amor a los demás. Amamos a Dios cuando alimentamos al hambriento, damos de beber al sediento, acogemos al extranjero, vestimos al desnudo, cuidamos al enfermo y visitamos al encarcelado. Cuando cuidamos y servimos al «más pequeño de mis hermanos», estamos cuidando y sirviendo a Cristo mismo.
Los años 2020 y 2021 hicieron visible el inmenso sufrimiento entre los miembros de la familia de Dios. La pandemia mundial de Covid-19, junto con las disparidades económicas, educativas y ambientales, nos impactó de tal manera que se necesitarán décadas para la recuperación. Expuso el sufrimiento individual y colectivo en todo el mundo y unió a los cristianos en amor, empatía y solidaridad. Mientras tanto, en Minnesota, el asesinato de George Floyd por el oficial de policía Derek Chauvin puso de manifiesto la continua injusticia racial. El grito de Floyd de «no puedo respirar» también fue el grito de muchos que sufren bajo el peso de la pandemia y la opresión.
Dios nos llama a honrar la sacralidad y la dignidad de cada miembro de la familia de Dios. Cuidar, servir y amar a los demás no muestra quiénes son ellos, sino quiénes somos nosotros. Como cristianos, debemos estar unidos en nuestra responsabilidad de amar y cuidar a los demás, pues nosotros mismos somos cuidados y amados por Dios. Al hacerlo, compartimos nuestra fe en las obras al servicio del mundo.
Unidad cristiana
El profeta Ezequiel describe a Dios, el Señor, como un pastor que cuida del rebaño reuniendo a los que se han desviado y vendando a los heridos. La unidad es el deseo del Padre para su pueblo y él continúa congregan- do en esta unidad, para que todos sean un mismo rebaño por la acción del Espíritu Santo. Por la oración nos abrimos para acoger al Espíritu que restaura la unidad de todos los bautizados.
Oración de los fieles
Oremos a Dios Padre, que nos envió a su Hijo, Buena Noticia para el mundo.
— Para que los pastores de las Iglesias y comunidades cristianas sean testigos de la unión con Cristo, y a través de ella logren estrechar los lazos de unión entre todos los cristianos. Roguemos al Señor.
— Para que en cualquier rincón del mundo las Iglesias sean espacios de acogida y respeto, dando frutos de entrega y servicio hacia los más necesitados de nuestra sociedad. Roguemos al Señor.
— Para que el Señor mantenga a los teólogos que se dedican al diálogo ecuménico constantes y firmes en su empeño de la búsqueda de la Verdad que elimina cualquier tipo de injusticia. Roguemos al Señor.
— Para que día a día la humanidad entera vaya superando el lenguaje de la intolerancia, de los prejuicios, del sectarismo y de la incomprensión. Roguemos al Señor.
— Para que nuestra oración suplicante al Señor por la unidad de los cristianos vaya unida al testimonio de caridad hacia todos nuestros hermanos, especialmente a los más necesitados y marginados. Roguemos al Señor.
Dios todopoderoso y eterno, que por tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo nos has dado el conocimiento de tu verdad: mira con bondad al pueblo que te suplica, líbralo de toda ignorancia y de todo pecado para que llegue a la gloria del reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Desafío
¿Cómo son invisibles los «más pequeños» para ti o tu iglesia? ¿Cómo pueden nuestras Iglesias trabajar juntas para cuidar y servir a «los más pequeños»?
Oración
Dios de amor, te damos gracias por tu infinito cuidado y amor hacia nosotros.
Ayúdanos a cantar cantos de redención.
Abre nuestros corazones para recibir tu amor y extiende tu compasión sobre toda la familia humana.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.