25 Mar Ser maestro en épocas de crisis
«Ser maestro es tocar el corazón del alumnado, tener una actitud de entrega, acogida, estar agradecido a Dios por tener una profesión vocacional y saber adaptarse a las necesidades de la sociedad actual». Así lo asegura Servando Hermosa, laico de la Fundación Dolores Sopeña.
Para Hermosa, el maestro es aquel que cada curso hace un turismo de interior, visitando el corazón de nuestro alumnado. En épocas de crisis, la vocación docente pasa de los profesional a lo personal; primando lo emocional, la empatía, el acompañamiento, la escucha, la acogida, la búsqueda de recursos. Y, por supuesto, tocar su corazón, descubrir sus sentimientos, cómo viven una situación que ha cambiado el rumbo de todo el mundo.
MAESTRO SOPEÑA
Según el autor del artículo publicado en nuestra revista Icono, «ser docente Sopeña es abrirse a los demás a través del ejemplo de Jesús, siguiendo sus pasos y acompañando al alumnado y sus familias». En palabras del Papa Francisco: «Los docentes son verdaderos artesanos de la humanidad». Su mensaje en septiembre de 2020 fue: «Yo les invito a ustedes, profesores, a no perder los ánimos ante las dificultades y contrariedades, ante la incomprensión, la oposición, la desconsideración, la indiferencia o el rechazo de sus educandos, de sus familias y hasta de las mismas autoridades encargadas de la administración educativa».
«Hoy soy maestro y valoro esa labor incansable de las personas que me acompañaron en mi trayectoria académica, que supieron transmitirme la confianza, el valor y la fortaleza de superar retos y adversidades (…). En futuras crisis, pandemias o situaciones que pongan al ser humano al límite, estoy convencido que desde la fe, confianza y humildad seremos mejores, porque con el aprendizaje que nos ha dado la COVID, tendremos la capacidad de recordar y valorar a los demás desde el corazón, para seguir siendo modelos y ejemplos».
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