11 Mar Rezar en Cuaresma 12 marzo 2018
Canto: A todos los pueblos.
PRIMERA LECTURA: Isaías 65, 17-21
Esto dice el Señor: «Mirad: mirad voy a crear un nuevo cielo y una nueva tierra: de las cosas pasadas ni habrá recuerdo ni vendrá pensamiento. Regocijaos, alegraos por siempre por lo que voy a crear: yo creo a Jerusalén “alegría”, y a su pueblo, “júbilo”. Me alegraré por Jerusalén y me regocijaré con mi pueblo, ya no se oirá en ella ni llanto ni gemido; ya no habrá allí niño que dure pocos días, ni adulto que no colme sus años, pues será joven quien muera a los cien años, y quien no los alcance se tendrá por maldito. Construirán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán los frutos».
Palabra de Dios.
SALMO 29
ANTÍFONA: Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo.
Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.
ANTÍFONA: Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
LECTURA DEL EVANGELIO: San Juan 4,43-54
En aquel tiempo, salió Jesús de Samaria para Galilea. Jesús mismo había hecho esta afirmación: «Un profeta no es estimado en su propia patria». Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. Jesús le dijo: «Si no veis signos y prodigios, no creéis». El funcionario insiste: «Señor, baja antes de que se muera mi niño». Jesús le contesta: «Anda, tu hijo vive» El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: «Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre». El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
Palabra del Señor.
PETICIONES:
Te pedimos por nosotros para que dejemos entrar tu mensaje en nuestra vida.
Te pedimos perdón por todas las veces que hablan nuestros labios sin escuchar a nuestro corazón.
Te pedimos por todas las personas que sufren, que están tristes, o que viven sin esperanza; para que seamos capaces de compartir con ellos, nuestra experiencia de compasión, de ternura, y de acogida que viene de Dios.
Te pedimos por quienes sufren violencia, paro, miseria y las guerras, para que les llegue la luz, el calor de nuestro amor y nuestra solidaridad.
PADRE NUESTRO.
AVE MARÍA.
PON tu angustia delante de Dios y pídele que te haga fuerte.
ORACIÓN FINAL.
Aquí estamos, Señor Jesús: juntos en tu búsqueda.
Aquí estamos con el corazón en alas de libertad.
Aquí estamos, Señor, juntos como amigos. Juntos.
Danos la fuerza de caminar juntos.
Danos la alegría de sabernos unidos.
Danos el gozo del hermano de al lado.
Danos la paz de los que buscan en grupo.
Caminamos hacia Ti, subimos cansados tu montaña.
Sabemos que la ascensión es dura,
pero el grupo nos aguanta.
Sabemos que Tú te das en lo alto, en lo de arriba.
Sabemos que vale la pena subir y encontrarte.