14 Dic Rezar en Adviento 15 diciembre 2017
Canto: Sé mi luz.
1ª LECTURA: Isaías 48, 17-19
Así dice el Señor, tu redentor, el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios, te enseño para tu bien, te guío por el camino que sigues. Si hubieras atendido a mis mandatos, sería tu paz como un río, tu justicia como las olas del mar; tu progenie sería como arena, como sus granos, los vástagos de tus entrañas; tu nombre no sería aniquilado ni destruido ante mí.»
Palabra de Dios
SALMO 1,1-2.3.4.6
ANTÍFONA: El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.
ANTÍFONA: El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida
LECTURA DEL EVANGELIO: Mt 11,16-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: – «¿A quién se parece esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: «Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos cantado lamentaciones, y no habéis llorado.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: «Tiene un demonio. » Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: «Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores.»
Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios.»
Palabra del Señor
PETICIONES:
Te pedimos por todos los hombres que sufren, para que reciban la ayuda, la fuerza y el consuelo que necesitan.
Te pedimos por la Iglesia que se prepara para recibir al Mesías, para que sepa encontrarlo en los pobres, y en todos los que sufren.
Te pedimos por nosotros para que sepamos consolar a los que lloran y dar esperanza a los que viven en tristeza.
Padre, danos entrañas de misericordia y cercanía de corazón, para adivinar cómo podemos cada uno ayudar a los que tenemos al lado.
Te pedimos para que los cristianos dejemos un poco de lado las prisas, el ruido y escuchemos a Jesús en espacios de silencio.
PADRE NUESTRO.
AVE MARÍA.
NO JUZGUES a los demás, que la misericordia sea tu respuesta.
ORACIÓN FINAL
Jesús mío: ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya;
inunda mi alma con tu espíritu y tu vida;
penetra todo mi ser y toma de él posesión
de tal manera que mi vida no sea en adelante
sino una irradiación de la tuya.
Quédate en mi corazón en una unión tan íntima
que las almas que tengan contacto con la mía
puedan sentir en mí tu presencia;
y que al mirarme olviden que yo existo
y no piensen sino en Ti.
Quédate conmigo. Así podré convertirme en luz para los otros.
Esa luz, oh Jesús, vendrá toda de Ti;
ni uno solo de sus rayos será mío.
Te serviré apenas de instrumento
para que Tú ilumines a las almas a través de mí.
Déjame alabarte en la forma que te es más agradable:
llevando mi lámpara encendida
para disipar las sombras
en el camino de otras almas.
Déjame predicar tu nombre sin palabras…
Con mi ejemplo, con mi fuerza de atracción
con la sobrenatural influencia de mis obras,
con la fuerza evidente del amor
que mi corazón siente por Ti.
John Henry Newmann