16 Oct 17 octubre 2014
1ª LECTURA: Efesios 1, 11-14
Hermanos:
Por medio de Cristo hemos heredado también nosotros, los israelitas. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria. Y también vosotros, que habéis escuchado la palabra de verdad, el Evangelio de vuestra salvación, en que creísteis, habéis sido marcados por Cristo con el Espíritu Santo prometido, el cual es prenda de nuestra herencia, para liberación de su propiedad, para alabanza de su gloria.
Palabra de Dios.
SALMO: Sal 32, 1-2.4-5. 12-13
ANTÍFONA: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas.
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres.
ANTÍFONA: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
EVANGELIO: San Lucas 12, 1-7
En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos:
-«Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis de noche se repetirá a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano se pregonará desde la azotea. A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más. Os voy a decir a quién tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y después echar al infierno. A éste tenéis que temer, os lo digo yo. ¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones.»
Palabra del Señor.
ORAR CON LOS SANTOS:
Mi querido Jesús, para demostrarme tu inmenso amor has querido realizar tú mismo la obra de la Redención. ¿Tanto te importaba mi amor? ¿Por qué quisiste padecer tanto? ¿Qué más hubieras podido hacer? ¿Hubiera hecho un siervo, por el afecto a su amo, más que tú hiciste por mí, a pesar de mi ingratitud? (San Alfonso Mª de Ligorio)
SANTOS DEL DÍA:
Ignacio de Antioquía, mártir, obispo y Padre de la Iglesia; Víctor, Alejandro, Mariano, Mamelta, Balduino, Exuperia, Etelredo, Etelberto, Florencio, Erión, mártires; Herón, Florencio, Víctor, obispos; Nothelmo, confesor; Catervo, Clemente, Dulcidio, Zanón, Régulo, abades; Andrés de Creta, ermitaño.