05 Dic 6 diciembre 2018
REZAR EN ADVIENTO
Canto: Bendecid al Señor.
1ª LECTURA: Isaías 26,1-6
Aquel día, se cantará este canto en la tierra de Judá:
«Tenemos una ciudad fuerte, ha puesto para salvarla murallas y baluartes:
Abrid las puertas para que entre un pueblo justo, que observa la lealtad; su ánimo está firme y mantiene la paz, porque confía en ti.
Confiad siempre en el Señor, porque el Señor es la Roca perpetua.
Doblegó a los habitantes de la altura, a la ciudad elevada; la abatirá, la abatirá hasta el suelo, hasta tocar el polvo.
La pisarán los pies, los pies del oprimido, los pasos de los pobres».
Palabra de Dios.
SALMO 117,1.8-9.19-21.25-27a
ANTÍFONA: Bendito el que viene en nombre del Señor
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los jefes.
Abridme las puertas del triunfo,
y entraré para dar gracias al Señor.
Ésta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación.
Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina.
ANTÍFONA: Bendito el que viene en nombre del Señor
LECTURA DEL EVANGELIO: San Mateo 7,21.24-27
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«No todo el que me dice «Señor, Señor» entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca.
Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»
Palabra del Señor.
PETICIONES:
Te pedimos para que la Iglesia y todas las comunidades cristianas, sean signos claros de misericordia.
Te pedimos por los políticos para que su trabajo sea estar más pendientes de las necesidades del pueblo al que representan y den ejemplo de la austeridad que se nos pide a los demás.
Te pedimos por nosotros para que seamos testigos de esperanza.
Te pedimos para que siguiendo el ejemplo de Jesús, intentemos escuchar a los de sin techo, acoger al inmigrante y, colaboremos en la sociedad con sensatez y justicia.
PADRE NUESTRO.
AVE MARÍA.
EDIFICA. Que tus palabras hoy sean para construir algo bueno, no para destruir.
ORACIÓN FINAL.
Mi fuerza y mi fracaso eres Tú.
Mi herencia y mi pobreza.
Tú mi justicia, Jesús.
Mi guerra y mi paz,
¡mi libre libertad!
Mi muerte y mi vida, Tú.
Palabra de mis gritos,
silencio de mi espera,
Testigo de mis sueños,
¡Cruz de mi cruz!
Causa de mi amargura,
perdón de mi egoísmo,
crimen de mi proceso,
juez de mi pobre llanto,
razón de mi esperanza, ¡Tú!
Mi tierra prometida eres Tú…
La Pascua de mi Pascua,
¡nuestra gloria por siempre, Señor Jesús!
Pedro Casaldáliga.