25 Oct 26 octubre 2018
CANTO: Espera en el Señor.
1ª LECTURA: Efesios 4,1-6
Hermanos:
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.
Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobre llevaos mutuamente con amor; esforzándoos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos.
Palabra de Dios.
SALMO: Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6
ANTÍFONA: Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que viene tu rostro, Dios de Jacob.
ANTÍFONA: Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.
EVANGELIO: San Lucas 12, 54-59
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:
«Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida: «Va a caer un aguacero», y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: «Va a hacer bochorno», y sucede.
Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?
Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el última monedilla».
Palabra del Señor
ORAR CON LOS SANTOS:
¡Oh Padre del Cielo! Apoyado en los méritos de Jesús y en su promesa, yo no te pido bienes de la tierra sino que me concedas tu gracia. Es verdad que mis pecados no merecen ni tu perdón ni tu gracia, pero sí lo merecen la sangre y la vida de tu Hijo ofrecida por mí. Por amor a tu Hijo, perdóname. Concédeme un gran dolor de mis pecados y un inmenso amor por ti. Ilumíname y hazme conocer la grandeza de tu bondad y del amor que siempre me has tenido. Hazme entender tu voluntad y dame fuerza para seguirla perfectamente. Señor, te amo y sólo quiero hacer aquello que tú deseas. (San Alfonso Mª de Ligorio)
SANTOS DEL DÍA:
Rogaciano, Felicísimo, Luciano, Marciano, Heráclides, Tito, Floro, Eliavo, mártires; Alor, Amando, Basilio, Eata, Dorgan, Derbilia, Leptina, Atanasio, confesores; Gutberto, Fulco, Gaudioso, Rústico, Bernardo, Sigisbaldo, Aptonio, obispos; Evaristo, papa; Quadragésimo, abad; Cenid, monje.