17 Ago 18 agosto 2016
Canto: Crea en mí, oh Dios.
1ª LECTURA: Ezequiel 36, 23-28
Esto dice el Señor:
«Manifestaré la santidad de mi gran nombre, profanado entre los gentiles, porque vosotros lo habéis profanado en medio de ellos.
Reconocerán las naciones que yo soy el Señor – oráculo del Señor Dios -, cuando por medio de vosotros les haga ver mi santidad.
Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países, y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios».
Palabra de Dios.
SALMO: Sal 50, 12-13. 14-15. 18-19
ANTÍFONA: Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Oh Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias.
ANTÍFONA: Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
EVANGELIO: San Mateo 22, 1-14
En aquel tiempo, Jesús volvió a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:
-«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que dijeran a los convidados:
«Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda».
Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.
El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
Luego dijo a sus criados:
«La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda».
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:
«Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de boda?”.
El otro no abrió la boca.
Entonces el rey dijo a los servidores:
«Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes».
Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos».
Palabra del Señor
ORAR CON LOS SANTOS:
Ven, Señor Jesús, toma posesión y aduéñate de mis pensamientos y afectos. A todo renuncio porque Tú solo me bastas. (San Alfonso Mª de Ligorio)
SANTOS DEL DÍA:
Agapito, Serapión, Hermas, Polieno, Filancia, Taciana, Eliana, Marciana, Flora, Laura, Máximo, Marón, Franco, León, Juliana, mártires; Juan y Crispo, presbíteros y mártires; Alipio, Inán, confesores; Eonio, Fermín, Rústico, obispos; Jorge, patriarca; Elena, madre del emperador Constantino; Ezequiel Moreno, agustino recoleto; Nicolás Factor, Manés de Guzmán, presbíteros, beatos.