30 Nov 1 diciembre 2018
Canto: Maranatha, ven Señor Jesús.
1ª LECTURA: Apocalipsis 22, 1-7
El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, un río de agua viva, reluciente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de su plaza, a un lado y otro del río, hay un árbol de vida que da doce frutos, una cada mes. Y las hojas del árbol sirven para la curación de las naciones. Y no habrá maldición alguna. Y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le darán culto. Y verán su rostro, y su nombre está sobre sus frentes. Y ya no habrá más noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de sol, porque el Señor Dios los iluminará y reinarán por los siglos de los siglos.
Y me dijo:
«Estas son palabras son fieles y veraces; el Señor, Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para que mostrar a sus siervos lo que tiene que suceder pronto. Mira, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras proféticas de este libro».
Palabra de Dios.
SALMO: Sal 94, 1-2. 3-5. 6-7
ANTÍFONA: Maranatha. Ven, Señor Jesús.
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor,
creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
ANTÍFONA: Maranatha. Ven, Señor Jesús.
EVANGELIO: San Lucas 21, 34-36
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.
ORAR CON LOS SANTOS:
¡Santo y divino Espíritu! Ya no quiero vivir más para mí: deseo consagrar lo que me queda de vida a complacerte y a amarte por entero. Te suplico me concedas el don de la oración. Ven tú mismo a mi corazón, a enseñarme a orar siguiendo tu inspiración. Dame fortaleza para ser constante, y superar el cansancio y la sequedad. (San Alfonso Mª de Ligorio)
SANTOS DEL DÍA:
Eloy, obispo y confesor, Patrono de joyerías y platerías. Nahúm, profeta; Próculo, obispo y mártir; Evasio, Teocleto, Leoncio, Castriciano, Agerico o Airy, obispos; Ansano, Natalia, Landoaldo, Amancio, confesores; Lucio, Rogato, Cándida, Casiano, Diodoro, Mariano, mártires; Edmundo Campion, Roberto Southwell y compañeros mártires; Florencia, virgen.